El rastreo de imágenes frente a marcas de agua7 min read

Seguro que alguna vez has usado o compartido alguna imagen que no es de tu autoría. No te preocupes, todos solemos hacerlo para compartirlas en redes sociales o para acompañar una entrada de nuestro blog personal, por poner algunos ejemplos. El problema viene cuando se usan imágenes de otros para fines comerciales propios sin tener derecho ni mencionar al autor.

Las marcas de agua

Por ello, al igual que se venía haciendo con las fotografía en papel, se usa la marca de agua como sistema de protección de imágenes digitales. La marca de agua digital consiste en una técnica de ocultación de información cuyo objetivo es poner de manifiesto el uso ilícito de cierto servicio digital por parte de un usuario no autorizado.

Introducir una marca de agua en nuestras fotografías es muy sencillo. La puedes hacer tu mismo desde Photoshop, sin ser un usuario experto, o también desde programas y webs, algunos gratuitos, como por ejemplo PicMonkey.

La marca de agua más habitual es que aparezca el nombre del autor o de la empresa de manera menor o mayormente visible en el conjunto de la imagen. Por ejemplo, esta fotografía que vemos a continuación pertenece al banco de imágenes Shutterstock. Como no hemos pagado por tener derechos de explotación de la imagen, la compañía muestra su nombre y unas líneas que recogen toda la imagen, así muestran su autoría.

Otro ejemplo lo podemos ver con uno de nuestros clientes: Bayeco. En las fotos del catálogo en su web, ponen una marca de agua con el logo de la empresa en todas las fotografías donde el producto no tiene visible el nombre de la marca.

Como decimos, esta técnica es la más habitual a la hora de querer mostrar la autoría de las imágenes, pero lo cierto es que no a todo el mundo le hace gracia encontrarse un logo o un texto en una fotografía. Además, es realmente vulnerable al resultar fácil la eliminación de las marcas de agua en programas de edición, como por ejemplo, Photoshop.

Teniendo esto último en cuenta, es importante siempre rellenar los metadatos del archivo de nuestras fotografías, ya que se van a quedar grabados nuestro nombre o empresa en la información y siempre que una persona descargue y copie nuestra imagen, irán asociados los datos. Eso si, con las capturas de pantallas esto no vale, ya que se crea un nuevo archivo.

El rastreo de imágenes

Ante esto, una alternativa que esta demostrando gran efectividad es el rastreo de imágenes. Como su mismo nombre indica, esta técnica consiste en localizar los posibles usos ilícitos que pueden estar haciéndose con nuestras fotos.

Una forma sencilla de hacer rastreo de imágenes es con el propio buscador de Google. Vamos a demostrarlo con un ejemplo nuestro. Vamos en nuestro sitio web a la página del portfolio de uno de nuestros clientes, Fotoprix. Seleccionamos una foto al azar y copiamos la URL de la imagen.

Acto seguido nos vamos a Google e introducimos la URL. Seguramente no nos aparecerá ningún resultado, pero lo que tenemos que hacer es clicar la opción “buscar por imagen”. El resultado es el siguiente:

Como podemos comprobar, el primer resultado es el de la página de Fotoprix, quienes nos han comprado la imagen. El tercer resultado es de la página de nuestra web de donde hemos cogido la URL. Pero, el segundo resultado no sabemos a que corresponde, por lo que nos metemos en la dirección.

Lo que descubrimos es que se trata del blog de una chica que da ideas para regalos y ha usado la foto como parte de esas recomendaciones que hace. Pero, en ningún momento ha mencionado que ese producto es de Fotoprix. Además ha editado la imagen añadiéndole texto.

Hemos descubierto así un uso ilegitimo de una de nuestras imágenes, aunque no resulta ser un uso ilícito, ya que la propietaria del blog no lo usa con fines comerciales. Aun así, podríamos tratar de ponernos en contacto con esta persona para pedirle que retirara la imagen si lo considerásemos necesario.

Pero lo mejor es recurrir a herramientas que se encargan de hacer un riguroso rastreo de nuestras imágenes. Así, nos encontramos por ejemplo a Pixsy, una plataforma que hace un seguimiento automatizado de nuestras fotografías de manera gratuita. El funcionamiento es muy sencillo, lo único que tenemos que hacer es subir las fotos a su servidor para que creen una firma digital invisible (nosotros tendremos que usar desde entonces la imagen con dicha firma). A partir de ahí ya su motor de búsqueda se encarga de hacer un rastreo de cualquier movimiento que sufra el archivo. Si Pixsy descubre un uso fraudulento, ellos mismos se encargan de ponerse en contacto con la persona o empresa que lo está haciendo. Eso sí, si ganan el litigio, Pixsy te pide una comisión, algo lógico por el servicio prestado.

Nos encontramos con otra plataformas por el estilo, como, por ejemplo, PicScout. Funciona por el estilo de Pixsy, con un gran motor de búsqueda. Pero, además, ofrecen otros servicios como auditoria y analíticas de cómo nuestras imágenes están siendo usadas tanto dentro como fuera de Internet.

Por último queremos mencionar otra plataforma interesante: Tineye. Se trata de un buscador por imágenes, al estilo de como hemos visto con Google image search, pero lo bueno es que aquí puedes introducir una foto y compararla con otras (ahora mismo tienen una base de nada menos que 10 billones de imágenes) para comprobar si es la misma imagen o si la han sometido a modificaciones con algún programa de edición.

Conclusiones

Con este post hemos pretendido dar a conocer las diferencias entre marca de agua y rastreo de imágenes. Dos técnicas igual de válidas a la hora de intentar proteger nuestras imágenes de cara a los usos intrusivos por parte de terceros. Y decimos intentar, porque, como ya hemos mencionado, nunca podemos estar 100% seguros de que no nos van a robar la imagen, ya que con programas de edición se pueden conseguir modificaciones desde las mas simples a las más radicales de nuestras fotografías. Pero con el uso de algunas de las herramientas mencionadas, podemos estar más tranquilos, ya que el rastreo de imágenes resulta muy efectivo.